Metal Medallo: el estertor como estética de la violencia en Medellín de los años ochenta
Contenido principal del artículo
Uno de los problemas clásicos de la investigación musical estriba en vincular de algún modo las estructuras sonoras de una época, con su correlato social, económico político y cultural. No obstante, esta correlación se hace más obvia en épocas de crisis, como ocurrió con la eclosión del Metal Medallo, y la guerra entre el narcotráfico y el estado colombiano en la Medellín de la década de los ochenta. En ese contexto surge Alex Oquendo —figura icónica del death metal— que al día de hoy continúa siendo un referente insoslayable del canto gutural o growl. A pesar de la evidente relación entre la agresividad de su voz, y la violencia extrema desatada en el país, hasta ahora no se habían publicado estudios sobre el particular. A partir de ideas como vocalidad y embodiment, trataremos de explicar cómo y por qué la escena del Metal Medallo no es sólo efecto sino premonición de la violencia desatada en esa época, y el estertor —la “voz de la muerte”— su más conspicuo reflejo. Además, haremos un breve ejercicio de comparación de una canción emblemática del heavy metal de esa época —“Todo hombre es una historia”— cantada por Elkin Ramírez líder de la reconocida agrupación Kraken, con la versión que hace Oquendo en voz gutural acompañado por la misma banda.