Luis Cáceres Álvarez. 2017. La Catedral del Criollismo: Guardia Vieja del siglo XXI. Lima: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, 113 pp.
##plugins.themes.bootstrap3.article.main##
En Perú, se conoce como música criolla a un conjunto de géneros mayormente surgidos a fines del siglo XIX en las clases populares y consolidados a principios del XX en Lima. El más difundido es el denominado vals criollo, derivado del vals vienés y de otros géneros europeos de compás ternario como la mazurca y la jota, fusionados con expresiones locales. El vals peruano ha ido experimentando transformaciones desde su consolidación, produciéndose una de las más perceptibles a partir de la tercera década del siglo XX, con la constante asimilación de modas cosmopolitas que innovaron tanto sus melodías como las progresiones armónicas. De este modo, muchos compositores e intérpretes criollos de principios del siglo percibieron el surgimiento de una brecha entre su estilo y el de los compositores más jóvenes. Con el paso de los años, se empezó a denominar Guardia Vieja a los cultores más antiguos del vals, estableciéndose en el imaginario popular una distinción entre estos cultores y las sucesivas generaciones de compositores e intérpretes criollos. Cabe hacer notar que el vals peruano cobra mayor interés a raíz del último libro del nobel Mario Vargas Llosa, Le dedico mi silencio (2023), obra cuyo contenido se centra totalmente en la música criolla peruana, presentando un conjunto de disquisiciones en torno a este tema.