Concierto de Quilapayún en el Palau Blaugrana de Barcelona, organizado por Agermanament el 20 y 21 septiembre de 1974
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Este artículo es un ejercicio de recuerdo de uno de esos actos que se graban en la memoria personal, indelebles y de por vida. Con todo mi cariño, va dedicado a los “hermanos” de Quilapayún y a los que con su trabajo arriesgado y generoso hicieron posible la existencia de la organización Agermanament, “hermanamiento” en catalán.
“¿El carné del partido también?” La pregunta me la hace en voz alta Guillermo Oddó, Willy –un ya histórico componente de Quilapayún–, en el pasillo de los vestuarios del Palau Blaugrana, cuando le he pedido que me entregue su pasaporte. Se lo pido porque así me lo ha demandado el comisario Peris de la BPS, Brigada Político Social –grupo policial de represión política–, con quien estoy, desde hace un rato, en una sala de los vestuarios del Palau. Él, acompañado por tres inspectores de policía bastante jóvenes, me está haciendo preguntas sobre el acto, es el segundo día de los recitales de Quilapayún en Barcelona, el 21 de septiembre de 1974, organizados por Agermanament.