De “doncella olvidadiza” a musa: Canciones prostibularias en el cine mexicano de la primera mitad del siglo XX
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Durante la primera mitad del siglo XX, la capital mexicana experimentó un crecimiento demográfico inusitado. Entre otros aspectos, la migración y el proceso de industrialización llevaron a preocupaciones morales sobre la transformación del espacio urbano y el surgimiento de la mujer moderna. Por su parte, el estado mexicano asoció la epidemia de sífilis de la década de los años veinte con la proliferación de la prostitución. Este marco social propició una abundante producción de cine y música prostibularia que se expresó a través de géneros como el bolero, el danzón y el fox-trot. A través de la proyección en la pantalla de un tema tabú como la prostitución, se reprodujeron mensajes más o menos moralizantes que reforzaban la noción de familia patriarcal y la preservación de la virginidad femenina. Uno de los ejemplos más representativos de este tipo de filmes es Santa (1931). La censura de los géneros musicales prostibularios por parte de los folcloristas mexicanos se alineaba con el modelo de familia promovido por el estado posrevolucionario que reconocía en las mujeres a las encargadas de salvaguardar los valores familiares. El cine y la música de temática prostibularia dejó escaso o nulo espacio para abordar tramas distintas a las del amor romántico, expresado habitualmente por personajes masculinos enamorados las prostitutas, que terminaban siendo los verdaderos protagonistas de estas historias.